Contemplar las vistas panoramicas desde el Pic Du Midi
Dependiendo de la hora, los colores, el ambiente y también la temperatura cambian. Los amantes de la fotografía nunca quedarán decepcionados, ya que siempre podrán hacer una foto genial de la panorámica del Pic du Midi que se despliega ante ellos.
Benoit
¡Por la mañana la visibilidad es máxima!
Así que, en lugar de recomendarle un momento, le propongo que examine la jornada y que valore lo que puede resultarle más interesante a cada hora.
De hecho, cuanta mayor temperatura alcanza el aire, más opaco se vuelve éste. Así que, lógicamente, por la mañana es cuando se verá a mayor distancia. Bueno… Tampoco hasta el océano o el Mediterráneo, eso son cuentos… Pero sí a un radio de 300 km a 430 km de la cadena de los Pirineos.
Desde los primeros relieves de la Soule (País Vasco) pasando por numerosos picos a 3 000 m, entre los que se encuentra el Aneto, el pico más alto de los Pirineos, y hasta las cumbres del Ariège, ¡contemplará un sinfín de paisajes de montaña! Así que, vale, hace más frío y hay que levantarse un poco más temprano (¡aunque esté de vacaciones!) para subirse a la primera cabina del teleférico alrededor de las 9h30, ¡pero merece la pena!
©Pic du Midi
©Paul Compere
A mediodía la temperatura sube.
Así que el ambiente se vuelve un poco más opaco, pero a menudo las temperaturas también resultan más propicias para la contemplación. Bueno, quizás ante sus ojos no se desplieguen 300 km de cadena montañosa, pero 250 o 200 no está nada mal. Y las cumbres o lugares destacados seguirán resultando visibles: Aneto, Vignemale, Néouvielle, Gavarnie…
Además, aparte del paisaje, a esta hora es cuando se despiertan algunos animales. Las ovejas u otras cabras se aproximan a la cumbre y a veces realizan algunos equilibrismos que le pondrán la piel de gallina. En lo que a aves se refiere, aquí tendrá quizás la suerte de que lo sobrevuele (de cerca) el buitre leonado, el alimoche común o el amo de los cielos pirenaicos: ¡el quebrantahuesos!
Al caer el día
la temperatura desciende, pero a menudo la opacidad perdura.
Las sombras de las cumbres se alargan y juegan con la profundidad de los valles mientras la luz se vuelve más suave. Es el momento de mirar al este y de contemplar cómo la sombra del Pic avanza poco a poco sobre el piedemonte.
¡En invierno es lo más! El sol se pone temprano y el Pic permanece abierto a las visitas para que pueda contemplarlo.
Este es un momento singular, mágico… incluso he visto como a algunas personas se les caía una lágrima…
©Mathieu Pinaud
©Claire Soucaze
Algunos consejos
Por la mañana, si llega temprano, diríjase rápidamente al noreste para intentar vislumbrar la Montaña Negra, los primeros contrafuertes del Macizo Central.
A lo largo de la jornada, deténgase a mirar al norte. A menudo la gente se queda atónita contemplando el sur y la cadena de los Pirineos, pero al norte podrá contemplar el piedemonte, el Valle de Campan y Payolle, la meseta de Tarbes y vislumbrar el Gers y el Béarn.
Si mire al norte, al este o al oeste descubrirá la particularidad de la panorámica que se contempla desde el Pic, y es que en estas direcciones no encontrará ninguna cumbre más alta que el Pic. Por esta razón, con sus aprox. 3 000 m y gracias a su situación apartada respecto a las demás cumbres de una altitud semejante, constituye un mirador único para contemplar la cadena de los Pirineos.
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